EL VERANO MÁS FELIZ DE MI VIDA
Un día estaba en el pub de Leyton cuando la vi, allí estaba, era ella la chica de mis sueños, ¡y tenía la pierna rota!. Ella de repente se fijó en mí, Antonio, el niño de los ojos azules, delgado y con aparato.
Era increíble, yo sentía un cosquilleo de mariposas en la tripa y mi boca se movía para hablarle. Sin dudar fui hacia ella y le entretenía contándole alguna que historia, la miraba a los ojos con gran timidez, al principio la notaba como si tuviera vergüenza de estar con migo.
Pasamos por mi casa donde mi madre y mi hermano estaban espiando por las ventanas, en ese momento yo tambien senti verguenza.
Pasaban los días y ella mostraba menos vergüenza a mi lado, estábamos andando al compás y hablaba sin vergüenza alguna, todo ello era increíble. Al pasar la semana ella ya andaba mucho mejor y al día siguiente le quitarían la escayola.
Yo sabía que la gente cuando nos viera andar juntos creerían que éramos novios a si que le dije que no podíamos estar juntos y que si volvía a tener un esguince hayi estaría.
A si que pasaron los días y veía como andaba perro me tenía que esconder de ella para que no me viera, esperando a que se volviera a hacer un esguince.
